¡Hora del baño! Muchas mamás y papás nos dicen que este es su momento favorito y es que puede ser muy relajante tanto para el bebé como para ellos. Puedes bañar a tu bebé recién nacido desde el día siguiente a su nacimiento, pero es importante tener en cuenta algunas precauciones. Apunta, porque desde La Maleta del Bebé repasamos algunos consejos para bañar a un recién nacido.
El primer baño
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el primer baño pasadas las 24 horas del nacimiento del bebé. Esto es para dar tiempo a la regulación de la temperatura corporal y que el bebé no tenga riesgo de hipotermia, para alargar el momento piel con piel con la madre, lo cual favorece el éxito de la lactancia materna y para no eliminar el llamado vérnix caseoso, una capa sebácea que recubre la piel del bebé y evita que se reseque.
Temperatura del agua y del ambiente
Además del agua en sí misma, es importante que te asegures de que el baño o la habitación en la que estéis no esté muy fría. Lo ideal es un espacio en el que la temperatura oscile entre los 20 y los 25ºC. El agua, por su parte, debe estar entre los 34 y los 38ºC. Cuando termines el baño arropa a tu bebé con una toalla suave para que su piel mojada no coja frío. Además, no es necesario que cubras la totalidad de su cuerpo con agua, es suficiente con sumergir sus piernas y su abdomen, para el resto del cuerpo basta con mojarse la mano y verter un poco de agua sobre el resto del cuerpo con especial cuidado en la cabecita y la cara.
En muchas de nuestras canastillas de regalo para el recién nacido incluimos un termómetro para medir la temperatura del agua ¡es muy útil!
Frecuencia y tiempo de baño
Al bebé recién nacido no es necesario bañarle todos los días. Es más, con unas tres veces a la semana es suficiente para evitar que su piel se reseque. Además, se trata de una actividad rápida, de unos cinco minutos de duración. Exceptuando la zona del pañal y la cara ¡apenas están expuestos a la suciedad!
Uso de productos específicos
Ya te imaginarás que el bebé recién nacido es súper delicado por lo que lo lógico es utilizar artículos específicos para esta etapa. De esta forma no causarás molestias ni dañarás su piel.
Para empezar, utiliza una bañera de bebé, pero no olvides sujetar bien al recién nacido para evita que se escurra, sobre todo el cuello y la cabeza. El contacto contigo le aportará seguridad. Lava la bañera antes y después del baño para que esté completamente limpia.
Otros artículos que necesitarás son: toalla, pañales, cremas o jabón neutro. Lo ideal es que los tengas todos a mano para poder estar pendiente del niño o niña. Quizá al principio ¡te faltan manos!, pero pillarás la técnica en seguida y, en cualquier caso, es un buen momento para compartir.
Los jabones, con moderación
Como hemos avanzado en el punto anterior, el jabón tiene que ser neutro y, en ocasiones o para determinadas zonas del cuerpo, ni siquiera es necesario las primeras veces. Ten en cuenta que el uso de productos químicos puede irritar la piel del bebé. Te recomendamos consultar con el pediatra cuáles son los productos de higiene más adecuados.
Aseo tras el baño
Además del baño en sí mismo, y cuando el bebé esté completamente seco, puedes centrarte en el aseo de zonas más delicadas. Por ejemplo, a los bebés les crecen las uñas muy rápido. Te recomendamos que, para el primer corte con tijeras, esperes unos días, pero cuando lo hagas utiliza unas tijeras con punta roma y no dejes picos en las uñas ya que el bebé puede hacerse heridas en la cara. Esta es una maniobra delicada, es importante que el recién nacido esté tranquilo. Si tu bebé tiene pelo, puedes peinarlo con mucha suavidad y un cepillo adaptado a este fin.
Esperamos que disfrutes mucho de los primeros baños con tu bebé, ¡es un momento mágico! Recuerda que te esperamos en La Maleta del Bebé con más consejos.
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